Una propuesta educativa favorece el pensamiento computacional en Educación Infantil con robótica
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Una tesis doctoral defendida en la Universidad de La Rioja por Marta Terroba Acha ha diseñado y ha puesto en práctica una propuesta educativa, adecuada para cada nivel del segundo ciclo de Educación Infantil, con el fin de desarrollar habilidades de pensamiento computacional en los escolares de esta etapa educativa, mediante la introducción de actividades de resolución de problemas matemáticos a través de la robótica.
Marta Terroba Acha ha logrado el grado de doctora por la Universidad de La Rioja tras la defensa de la tesis ‘Análisis observacional del desarrollo del pensamiento computacional en Educación Infantil: propuesta de intervención mediante un robot de suelo de direccionalidad programada’ desarrollada en el marco del programa de Doctorado en Educación y Psicología.
Dirigida por los profesores Daniel Lapresa Ajamil, del departamento de Ciencias de la Educación, y Juan Miguel Ribera Puchades, del departamento de Matemáticas y Computación, ha logrado una calificación de sobresaliente cum laude.
La tesis doctoral de Marta Terroba Acha diseña una intervención encaminada a favorecer el desarrollo del pensamiento computacional en los escolares de 3 a 6 años de edad, la secuenciación y descomposición de los problemas planteados en tareas más sencillas, el reconocimiento de patrones, la abstracción o identificación de atributos esenciales y el diseño de instrucciones algorítmicas que faciliten la resolución de los problemas.
La doctora desarrolló su investigación en las aulas del CEIP La Guindalera y participaron en la propuesta de intervención 34 estudiantes escolarizados en los tres niveles del segundo ciclo de Infantil. Los resultados obtenidos se recogieron en cinco trabajos que fueron publicados en revistas especializadas del ámbito educativo.
Las conclusiones de la tesis apuntan que la investigación posibilitó la mejora de habilidades de resolución de problemas mediante el desarrollo del pensamiento computacional de los escolares de a 3 a 6 años de edad.
En concreto, sostiene que con la intervención realizada el alumnado logró descomponer un problema en partes más pequeñas para así encontrar soluciones más fáciles y que con su resolución se consiga solucionar todo el problema en su conjunto; que el reconocimiento de generalidades les permitió identificar características comunes en los problemas que implican una resolución más eficiente; que desarrollaron la abstracción, es decir, encontraron características generales relevantes para la resolución del problema descubriendo la idea general del mismo y centrándose, progresivamente, en los detalles pertinentes; y que el diseño de algoritmos ha posibilitado que establezcan los pasos de las operaciones necesarias para resolver los problemas.
El pensamiento computacional se erige como uno de los ejes de la innovación educativa y se considera una destreza esencial para las nuevas generaciones de estudiantes. Muestra de ello es su inclusión en los currículos oficiales, tanto el RD 95/22 de Educación Infantil como el RD 157/2022 de Educación Primaria, que desarrollan la nueva Ley Orgánica 3/2020 (LOMLOE).
La tesis doctoral de Terroba Acha apunta esta nueva era educativa se caracteriza por el impulso de las tecnologías digitales y por la introducción en las escuelas de disciplinas como robótica y programación.
La robótica educativa ofrece una alternativa lúdica para que los escolares se impliquen en la realización de tareas que requieren nociones de tecnología e ingeniería durante los primeros años de su infancia y su uso puede contribuir al desarrollo de habilidades cognitivas, del lenguaje y de la memoria visual, como sostiene el pedagogo Douglas Clements.
Además, ayuda al alumnado en la concreción de ideas abstractas, ya que, por ejemplo, los estudiantes pueden comprobar directamente la asociación que existe entre los comandos elegidos en la programación de los robots y las acciones que posteriormente estos ejecutan.
Así, los kits robóticos educativos constituyen una nueva generación de manipuladores que contribuyen eficazmente al desarrollo de una mejor comprensión de conceptos matemáticos como son el número, la forma y el tamaño, de modo análogo a los materiales habituales en las aulas de Educación Infantil como son bloques de piezas, abalorios y pelotas, según sostienen Norman Brosterman y Mitchel Resnick en sus obras.