Una tesis analiza las experiencias compartidas de ocio ambiental-ecológico entre nietos y abuelos
La dimensión ambiental–ecológica del ocio, tema central de la tesis, se define como “una manifestación específica de ocio caracterizada por la vivencia de experiencias satisfactorias motivadas por el contexto, en el sentido de estar en un lugar y/o un ambiente”. Dicha dimensión engloba actividades del tipo: viajes, excursiones, cuidado de animales y plantas, el huerto, la caza y la pesca, entre otras.
La tesis también señala que las actividades de ocio ambiental-ecológico ocupan una posición intermedia entre las prácticas de ocio compartidas por abuelos y nietos, ocupando el cuarto lugar con un 78,2%. Otras actividades de ocio ambiental-ecológico como pasear al aire libre, las vivencias en el entorno natural, el cuidado de animales y plantas o los huertos, tienen un papel relevante.
La mayoría de las actividades de ocio ambiental compartidas por ambas generaciones tienen lugar en vacaciones, mientras que otras, como cuidar animales o el huerto, se realizan durante todo el año, manifestando así una distribución temporal más homogénea.
Ser jubilado y empleado por cuenta ajena es un factor determinante a la hora de compartir actividades de ocio ambiental, en concreto las excursiones, mientras que los abuelos y abuelas que se dedican al cuidado del hogar son, en general, quienes menos actividades de ocio comparten.
Actividades como realizar excursiones, la pesca y la caza son más compartidas por hombres que por mujeres. Otra característica es que cuanto mayor es el nivel de estudios alcanzado por el colectivo de mayores, más probabilidad hay de compartir este tipo de actividades con los nietos y nietas, en concreto, las relacionadas con hacer excursiones y cuidar huertos o plantas.
Sin embargo, las actividades y experiencias relacionadas con el ocio se han visto afectadas, en estos últimos años, por diversos factores como la crisis económica, el aumento de la jornada laboral, la incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar, la reducción del tiempo libre y, recientemente, por la pandemia provocada por la COVID-19, lo que ha provocado un reajuste y reestructuración de las prácticas de ocio entre los miembros de la familia.
Se ha llevado a cabo, por un lado, una metodología cuantitativa, mediante cuestionario ad hoc y, por otro, cualitativa, a través de grupos de discusión.
La muestra estuvo configurada por escolares de 6 a 12 años y por sus abuelos y abuelas, y recogen la percepción de la relación amplia del ocio intergeneracional compartido.
La tesis proyecta la necesidad de realizar un seguimiento de los programas socioeducativos centrados en el ocio ambiental intergeneracional y comprobar su efectividad, dado que existen diversos programas intergeneracionales en los que las personas mayores prestan servicio a la comunidad ayudando, colaborando y tutorizando a sujetos de otras generaciones, o programas centrados en el co-aprendizaje en entornos naturales con encuentros intergeneracionales en contacto con la naturaleza.